Jorge Cálix había acordado entregar CONDEPOR a empleado de los Atala si ganaba la presidencia de Honduras

El aspirante presidencial Jorge Cálix sufrió una clara derrota frente a su rival, Salvador Nasralla, de acuerdo con los resultados preliminares oficiales emitidos por el CNE.
Cálix, quien llevó a cabo una costosa campaña electoral con millonarias inversiones en publicidad, ha sido vinculado durante años a la familia Atala, propietarios de Banco Ficohsa y una de las dinastías más acaudaladas de Centroamérica, quienes se presume han fungido como sus principales financiadores políticos.
Estas sospechas cobraron mayor relevancia a principios de 2022, en medio de una intensa pugna por la presidencia del Congreso Nacional, cuando Pedro Barquero, un empresario cercano a figuras influyentes de la zona norte de Honduras, señaló directamente a Camilo Atala, presidente de Grupo Financiero Ficohsa, como el poder detrás de Cálix.
En aquel entonces, Cálix competía por el control del Congreso frente a Luis Redondo. Barquero, en un comentario mordaz publicado en Twitter el 21 de enero de 2022, escribió: «Todos nos imaginamos que Camilo Atala, gran aportante de la campaña de Jorge Cálix, está abriendo una buena botella de vino», sugiriendo que el banquero celebraba los avances de su supuesto protegido.
Aunque Cálix no logró su objetivo en esa ocasión, las acusaciones sobre su relación con los Atala han persistido.
Un nuevo capítulo en esta historia se abrió el 22 de enero de 2025, cuando el exfutbolista Emilio Izaguirre fue anunciado como precandidato a diputado por el movimiento «Juntos por el Cambio», liderado por Cálix dentro del Partido Liberal.
Izaguirre, quien actualmente ocupa el cargo de gerente deportivo del Club Motagua —propiedad de la familia Atala—, es, en efecto, un empleado directo de esta poderosa familia.
Pedro Atala Zablah, José Eduardo Atala Zablah, Camilo Atala Faraj y Javier Atala Faraj han destacado como prominentes dirigentes del Club Motagua.
En una entrevista reciente con Criterio HN, Izaguirre reveló que su incursión en la política no fue una decisión espontánea, sino el resultado de una negociación interna con Cálix.
Según el exdeportista, su inclusión en la planilla por el departamento de Francisco Morazán vino acompañada de condiciones claras: si Cálix ganaba las elecciones generales de 2025, Izaguirre sería designado como titular de la Comisión Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (CONDEPOR), entidad gubernamental responsable de la infraestructura deportiva del país, incluyendo su construcción, mantenimiento y administración.
«No busqué la candidatura, fue Jorge (Cálix) quien me lo propuso en noviembre», confesó Izaguirre. «Le puse tres condiciones: que mi suplente fuera alguien de mi confianza, con quien ya trabajé en ligas menores en Motagua; que si él ganaba, yo dirigiría CONDEPOR; y que si yo ganaba la diputación y él no, renunciaría. También donaría mi sueldo a las más de 40 disciplinas deportivas».
Además, dejó claro que, de obtener el escaño, su suplente asumiría el cargo, como parte del acuerdo pactado. «Pedí que fuera alguien en quien confío», afirmó, subrayando el carácter estratégico de su nominación.
Este arreglo ha levantado sospechas sobre los compromisos políticos de Cálix y su cercanía con los intereses de los Atala. La posible entrega de CONDEPOR a Izaguirre, un empleado de la familia, refuerza la percepción de que, de llegar al poder, Cálix podría priorizar los intereses de sus presuntos patrocinadores, consolidando aún más la influencia de esta élite económica en la política hondureña.